Mientras los palestinos trataban de celebrar el Eíd al Fitr, festividad que marca el final del mes sagrado del Ramadán, las fuerzas de ocupación prosiguieron este miércoles sus bombardeos contra zonas al norte y centro de la Franja de Gaza, territorio donde ya asesinaron a 33.482 personas y dejaron heridas a 76.049.

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El Ministerio de Salud gazatí informó que durante la jornada 187 de su escalada la entidad sionista mató a 122 civiles e hirió a 56. Acotó que muchos cadáveres continúan bajo los escombros, adonde los equipos de rescate no han podido acceder, y confirmó que se siguen hallando cuerpos sin vida en la ciudad de Kan Yunis (sur de la Franja), de donde las tropas de ocupación se retiraron el domingo.

Durante la noche de martes a miércoles los ocupantes bombardearon la casa de la familia Abu Youssef en el campo de refugiados de Nuseirat (centro) y mataron allí a 14 niños y mujeres.

Este miércoles, medios palestinos dieron a conocer que la entidad sionista atacó en el campamento de refugiados de Al-Shati (norte de la Franja) un vehículo y mató a una cifra no precisada de personas, entre ellas tres hijos y cuatro nietos del jefe del Buró Político del Movimiento de Resistencia Islámica Palestino (Hamás). Esta información fue confirmada por la oficina de medios del Gobierno de Gaza. 

Aunque la propaganda israelí insiste en que las fuerzas ocupantes están llevando a cabo operaciones selectivas contra posiciones militares de Hamás en el denominado corredor Netzarim, que divide la Franja en dos, sus bombardeos echan por tierra dicha afirmación.

El martes, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reiteró: «Completaremos la eliminación de los batallones de Hamás, incluidos los de Rafah. Ninguna fuerza del mundo nos detendrá».

En dicha ciudad, al sur de la Franja y fronteriza con Egipto, se estima que permanecen hacinados 1.5 millones de palestinos desplazados por los bombardeos que a diario lanza Israel. De acuerdo con medios de prensa, la retirada de Kan Yunis ha de verse no como un paso por la paz, sino para que la potencia ocupante prepare el asalto terrestre a Rafah.

Mientras, miles de palestinos en Gaza se concentraron en las ruinas de las mezquitas, en escuelas-refugio destruidas o plazas públicas para las oraciones de la celebración Eid al-Fitr, que marca el final del Ramadán.

Más de 60.000 fieles consiguieron acceder a la mezquita Al-Aqsa, en Jerusalén, pese a las restricciones de los ocupantes, que expulsaron a un puñado de ellos, quienes tuvieron que hacer las oraciones en las calles aledañas.

De acuerdo con reportes de prensa, durante la actual agresión contra la Franja de Gaza los ocupantes israelíes destruyeron por completo 229 mezquitas y 297 de manera parcial.

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